Salvando estrellas (por un budismo comprometido)


Una mañana, después de una tormenta, un hombre paseaba por la playa.

La tormenta había arrastrado a cientos de estrellas de mar a la costa, que ahora estaban varadas, sin posibilidad de volver.

Allí vio un niño agachándose a recoger las estrellas y lanzándolas con fuerza hacia el mar.

El hombre se acercó y le dijo:

“Es inútil que te esfuerzes; la marea está bajando y pronto todas morirán bajo el sol; hay cientos, quizás miles de estrellas tiradas en la playa ¿qué diferencia supondrá que salves unas cuantas?”

Y el niño cogió una del suelo y antes de lanzarla al mar respondió:

“Para éstaque existe una diferencia”.

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