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Shin Jin Mei (Poema de la Fe en el Espíritu)

Kanchi Sozan (606 dC.)

(Las traducciones son complejas, ya lo comentamos. Recuerdo los kusen de Rafu traduciendo de mil maneras diferentes algún sutra o haiku, interpretando y reinterpretando, mirando desde muchos puntos, seguramente porque no hay un único punto salvo el Único. Y Ése... de momento no lo tengo a mano.

Esta es otra forma de escribir el Shin Jin Mei o Hsin Hsin Ming o Poema de la Fe en el Espíritu, o...

La cuestión es que nos "toque" aunque sólo sea un poquito.

Seguiremos añadiendo, poco a poco, los comentarios de Deshimaru de alguna forma. Algo se nos ocurrirá.)

1.- Penetrar la Vía no es fácil ni difícil.
basta con que no haya amor ni odio, ni elección ni rechazo.

2.- Basta con que no haya ni amor ni odio
para que la comprensión aparezca,
espontáneamente clara,
como la luz del día en una caverna.

3.- Si en el espíritu se crea una singularidad,
por ínfima que sea,
el cielo y la tierra quedan separados
por una distancia ilimitada.
 

HSIN-HSIN-MING



Creer en la Mente - El Libro de la Nada.

Sosan (tercer patriarca Zen, falleció el 606 d.C.)



El Método Perfecto no conoce dificultades
Salvo que rehusa hacer preferencias;
Sólo cuando está libre de odio y amor
Se revela plenamente sin disfraz;
Basta la diferencia de un décimo de pulgada
Para que cielo y tierra se separen;
Si deseas verlo con tus propios ojos,
No fijes tu pensamiento en su favor ni en su contra.
Alzar lo que te gusta contra lo que te disgusta
Es la enfermedad de la mente:
Cuando no se entiende el profundo significado (del Método),
La paz de la mente se perturba para nada.

(El Método es) perfecto como el vasto espacio,
Con nada que falte, con nada superfluo:
En realidad, debido a que se escoge
Su talidad se pierde de vista.
 

Genjokoan (Sobre la actualización del koan)

El Genjokoan es el primer libro del Shôbogenzo (El Ojo del Tesoro de la Verdadera Ley). Fue compuesto por el maestro Dôgen en 1233 y originalmente era una carta dirigida a uno de sus discípulos.

Hay una interesante distinción entre el Dharma y los dharmas. El Dharma universal se refiere al orden cósmico. En cuanto a los dharmas o dharmas individuales, se refiere a la naturaleza propia, de cada uno, determinada por su karma. Para entendernos entre nosotros se ha adoptado la costumbre de usar la mayúscula para el universal y la minúscula para el propio.

Cuando todos los dharmas son conformes al Dharma, hay ilusión y despertar de la ilusión, práctica, nacimiento y muerte, Buddha y seres vivos.

Cuando los diez mil (diez mil en chino designa lo innumerable, es decir, lo infinito) dharmas ya no poseen ningún yo, no existen ni ilusión ni despertar, ni Buddhas ni seres vivos, ni nacimiento ni extinción.

[...]

Sean cuales sean nuestros pesares (en otra traducción: "aunque no nos guste"), las flores se marchitan y las malas hierbas crecen.

[...]

Salir al encuentro de todos los dharmas para practicarlos es ilusorio (aun cuando éste sea uno de los votos del bodhisattva: "por numerosos que sean los dharmas hago el voto de practicarlos todos"). El Despertar tiene lugar cuando los dharmas nos persiguen y nos practican.

Los que se despiertan enteros son los Buddhas, los que yerran por el interior del Despertar son los seres sensibles. Además, algunos obtienen un Despertar superior al Despertar; otros yerran por el interior del error.

Cuando los Buddhas son auténticamente Buddhas, les es inútil tener conciencia de ello. Sin embargo son Buddhas reconocidos y ellos mismos dan testimonio del Buddha. Con todo su cuerpo y todo su espíritu, captan las formas y los sonidos pero, para ellos, no son más que imágenes en el espejo o el reflejo de la luna en el agua. Cundo un lado se ilumina, el otro permanece en la sombra.

Estudiar la Vía es estudiarse a sí mismo.
Estudiarse a sí mismo es olvidarse de sí mismo.
Olvidarse de sí mismo es ser certificado (atestiguado) por todos los dharmas.
Ser certificado por todos los dharmas es abandonar el cuerpo y el espíritu, el yo y el tú (shin jin datsu raku).
Es ver desaparecer todo rastro de Despertar y hacer aparecer el Despertar sin rastros (abandonar hasta el deseo de abandonar, decía el maestro Ju-ching, el último rastro, el último abandono)

[...]

Cuando un hombre alcanza el Despertar, ocurre como con la luna que se refleja en el agua. La luna no se moja, el agua no se altera. La luz infinita de la luna cabe en una gota de agua. La luna y el cielo enteros están a gusto en el rocío sobre una brizna de hierba.

En estas gotas son flores lo que se refleja, pero viene a ser lo mismo para lo que nos ocupa.
 

Tozan Ryokai
Sin error, sin duda, así es el Dharma. Buda y los Maestros de la Transmisión no han hablado de él, pero vosotros podéis obtenerlo ahora. Por eso os ruego que los protejáis conservándolo intacto.

La nieve blanca se amontona en la planicie de plata. La luz de la luna envuelve a la garza blanca. Son parecidas, pero no idénticas. Están íntimamente mezcladas, pero cada una comprende su propio estado.

La conciencia no es el lenguaje pero si es necesario debemos expresarnos.

Turbado por las palabras caes en el abismo.
En desacuerdo con la palabras llegas al callejón sin salida de la duda.

Alejarse o tocar. Ni lo uno ni lo otro vale. Es como una bola de fuego. Expresarse con leguaje decorado pertenece al mundo de las manchas.

Medianoche es la verdadera luz. El alba no es clara. Esta es la frase clave para vivir en el mundo material. Si la utilizáis correctamente podréis ahuyentar todo sufrimiento y dificultad.

Aunque es sin conciencia no es sin lenguaje. Cuando es inconsciente se vuelve lenguaje. Esto es como mirarse en un espejo. La forma y el reflejo se miran. Tú no eres el reflejo pero el reflejo eres tú.

Esto tiene cinco características. Es como un bebé recién nacido: No va, no viene, no surge, no permanece, no habla, baba gua gua... finalmente, no puede obtener el objeto deseado ya que su lenguaje no es justo.

Las seis líneas del hexagrama shuri deciden el juego mutuo. No obstante, la causa del establecimiento del tres, resulta ser el cinco. Esto es como los cinco sabores de la planta chisso. Esto es exactamente como un cetro de diamante.

Cuando lo recto y lo oblicuo se encuentran y encajan, maravillosamente, pregunta y respuesta coinciden exactamente.

Íntimo con el Origen, familiar con la Vía. Si la mezcla se produce hay felicidad. Pero no debemos cometer ningún error.
Esto es inocente y misterioso y no pertenece ni a la ilusión ni al despertar.

La ley de la interdependencia y el momento oportuno se realizan en la claridad y el silencio del corazón.

El microcosmos se funde en el macrocosmos. Los límites del macrocosmos son los mismos límites que los del microcosmos. Pero si se crea una diferencia, por ínfima que sea, si surge la diferenciación, se rompe la armonía musical.

En nuestros días se habla de súbito y gradual. El Zen se parcela y se convierte en medida de comparación. Hay separación y comparación. A pesar de que a través de las distintas escuelas se consiga una cierta comprensión y realización, esto es una mancha en el verdadero Satori.

Exteriormente tranquilidad. Interiormente movimiento... como el caballo trabado, como la rata que se esconde.

¡Cómo se han afligido todos los maestros de la Transmisión con este punto! Por eso sienten la urgencia de transmitir el Dharma. Todos van tras la ilusión llena de errores. Confunden lo blanco con lo negro. Pero en el instante en que la ilusión se desvanece cada uno puede comprender por sí mismo.

Si deseas armonizarte y seguir las antiguas huellas transmitidas, te lo ruego, observa con atención el ejemplo de los antiguos.

El árbol ha sido trabajado durante diez millones de años para alcanzar la Vía del Buda. Como el punto débil del Tigre, como los ojos nocturnos del caballo.

Porque se subestiman, porque miran los objetos como si fueran tesoros raros, los seres humanos creen inaccesible el tesoro y su espíritu da vueltas en el horror. Por ello el Maestro Zen debe transformarse en gato o en buey blanco.

El maestro de tiro con arco, gracias a su elevada técnica puede alcanzar el blanco, incluso a la mayor de las distancias. Pero si la flecha y la lanza se encuentran en pleno vuelo, la técnica más elevada pierde entonces toda su eficacia.

El hombre de madera canta, la mujer de piedra se levanta y baila.

Los súbditos deben obedecer al rey, el hijo debe obedecer a su padre. Desobedecer no es propio de un buen hijo, rebelarse no es propio de un buen súbdito.

La acción secreta, oculta, rebelada íntimamente, parecerá limitada y estúpida. A esto se le llama sujeto fundido en el objeto. Sólo triunfa esto.

Dôgen dice acerca del kesa

«En el Sutra del Loto se dice que los méritos del kesa se extendieron por los pueblos, por las ciudades, por las aldeas y por los campos. Se extendían de una persona a cincuenta. El mérito del kesa no tiene límites. Otros tesoros nacionales también tienen méritos, pero los méritos del kesa son completamente diferentes. Los demás tesoros no llevan la transmisión correcta del Dharma budista, pero el kesa si la lleva».

«Aquel que transmite correctamente la Vía transmite siempre el Dharma y el kesa budista juntos. Nunca se ha conocido, ni en el cielo ni en la tierra, a un Patriarca sin Dharma o sin Kesa. Esta es la razón por la que la forma, el color, la materia, los grandes méritos, el cuerpo, la mente, los huesos y la médula del kesa se encuentran únicamente en la transmisión correcta».

Shobogenzo Den-e
«La Transmisión del kesa»
de Eihei Dôgen
 

Ango 1-5 de junio, 2005. Primer día. Permanecer en la calma

seis y media de la mañana
Vamos a pasar cinco días juntos, cinco días para hablar juntos del despertar, no hablar sólo con la boca, hablar con nuestro cuerpo. Cada uno de nosotros en la vida crea un personaje. Aquí se ha de abandonar, dejarlo fuera. Abandonar ese personaje, dejar sitio al Buda. Este lugar es maravilloso. La naturaleza es hermosa, fuerte, naturalmente despierta.

Hemos tenido la suerte de tomar forma humana, lo que no quiere decir que seamos superiores al resto de la naturaleza, pero nacer así es poder hacer realidad la Vía del Buda.

Un día Nyojo, el maestro de Dogen, dijo a sus discípulos: "Desde el momento en que cuatro personas, cualquiera que sea su historia anterior, llegan a reunirse, ese grupo de monjes se convierte en un tesoro inestimable."

Si entre los monjes y monjas algunos se comportan de manera inconveniente, se les ha de invitar con compasión y con la solicitud de una abuela a que sigan las enseñanzas del Buda.

La suavidad de la abuela es importante: robai shin, el espíritu de la abuela. La abuela tiene una edad pero el tiempo ha suavizado sus aristas, como las piedras de la orilla del mar, que las olas han hecho rodar durante siglos y al final están suaves como la seda. Incluso cuando se enfada, la abuela lo hace con la tranquilidad de la inmovilidad. No es por reacción. Es como una montaña que se desplaza tranquilamente.

Ango 1-5 de junio, 2005. Segundo día

seis y media de la mañana
Hay un poema de Ling Yu que dice:
El espíritu del hombre de la Vía es sencillo y directo, sin pretextos.
En él no hay cara oscura o cara luminosa,
no engaña y no se hace ilusiones.
Todo lo que ve y oye a cada hora del día
son sólo las cosas ordinarias de la vida, los gestos cotidianos.
Nada está deformado. No es necesario vivir retirado
poniéndose una venda sobre los ojos
ni taparse las orejas para evitar las impurezas.
Basta con no dejarse apegar a las cosas ni a las emociones.
Nuestros sabios predecesores no han dejado de repetir
que todos nuestros sufrimientos vienen de las impurezas y del apego.

Si no nos dejamos contaminar por las ideas recibidas, por la costumbre de los pensamientos, la mente se vuelve clara y límpida como el agua de un riachuelo en primavera. Puro y tranquilo, fluye en total libertad. Así uno se convierte en un hombre de la Vía y se le llama el hombre de la Vía.

once de la mañana
Esta mañana os he leído este poema de Ling Yu en el que dice: "No es necesario vivir retirado poniéndose una venda sobre los ojos ni taparse las orejas para evitar las impurezas. Basta con no dejarse apegar a las cosas ni a las emociones. Nuestros sabios predecesores no han dejado de repetir que todos nuestros sufrimientos vienen de las impurezas y del apego."

A menudo la gente dice sobre la práctica: "No estoy preparado, aún no es el momento." ¿Hay un momento para estar preparado?

Ango 1-5 de junio, 2005. Tercer día

seis y media de la mañana
Llegamos a la segunda parte de la sesión, el momento en que todos debemos entrar profundamente en nosotros mismos.

Hay un capítulo del Shôbogenzô del maestro Dogen, Muchû Setsumu, que podría traducirse como "hablar del sueño en el sueño". No se trata del sueño nocturno ni del sueño premonitorio sino del sueño de los Budas y de los Patriarcas, de vuestro propio sueño.

¿Qué sueño tenéis para vuestra vida? ¿Qué sueño tenéis para vuestro dojo?

Generalmente, cuando se dice de alguien que sueña es que está en otra parte, que se escapa. Aquí el sentido es algo distinto. Podríamos decir que este sueño es el momento en el que nacen las simientes.

Muchos de vosotros habéis recibido la ordenación. Algunos hace muchos años, otros van a recibirla al final de esta sesshin. En el momento de la ordenación tenemos una fuerte aspiración, un sueño generoso.

Durante esta sesshin voy a hablaros de esto, del sueño de los Budas y de los Patriarcas, de vuestra ordenación y de los Cuatro Inmensos Votos. Triturar estos tres puntos. Cuando Buda gira una flor entre los dedos, también podemos emplear la expresión triturar. Triturar quiere decir tener siempre el espíritu despierto.

Incluso 20 años después, 30 años, 40 años ¿qué voy a hacer de mi ordenación, de mi sueño? ¿Qué hago de este sueño? Todos debemos preguntárnoslo sinceramente.

Recibir la ordenación es al mismo tiempo una gran reponsabilidad, un gran sueño. Observad lo que ha pasado con el yoga. La sociedad occidental lo ha engullido. Tras su digestión ha salido como un producto de consumo, como una técnica de bienestar, una crema para la cara. Así que debemos tener cuidado para que el zen de los Budas no siga el mismo camino.

Ango 1-5 de junio, 2005. Cuarto día

Once de la mañana
Los Cuatro Inmensamente Grandes Votos sugieren algo que está más allá. Está la comprensión racional de las cosas, de los votos, pero también detrás de las palabras. Está también nuestro sueño. En esta parte del sueño nacen nuestras esperanzas, nuestras aspiraciones. Por ejemplo, en lo que concierne al Templo de la Gendronnière que creó el maestro Deshimaru, todo partió de un sueño. No del sueño nocturno, sino del sueño como simiente, como aspiración, como voto.

En el capítulo Muchu Setsumu, los kanjis son interesantes. El ideograma mu, yume, lleva como clave la noche y para el cuerpo, el velo. Etimológicamente designa los velos de la noche que nos impiden ver. Incluso la antigua pronunciación de la palabra sueño, ime en japonés: i, el dormir; me, ojo, visión, mirada, es decir, el ojo del dormir. Es gracioso. Nosotros los occidentales decimos `tener sueños´, y en Oriente dicen `ver sueños´.

Aquí, el sueño no está en oposición a la realidad. En absoluto. Aquí, no es sinónimo de ilusión. Quizás ya conocéis la historia de los monjes que vivían con el maestro en un Templo. el maestro insistía en la práctica, zazen, samu. Había algo que sorprendía enormemente a sus discípulos. En el momento del samu de la tarde el maestro iba a echarse la siesta. Se dormía. Así que un día, en un mondo, un discípulo se acercó y le dijo: "Por favor, maestro, me gustaría hacerle una pregunta. ¿Por qué va durante el samu a echarse la siesta?" El maestro contesta: "No voy a echarme la siesta. Sólo me acuesto y luego me voy en sueños a ver a los Grandes Maestros de los Tiempos Pasados para hablar de la Vía". Los discípulos quedaron totalmente impresionados. Nadie le volvió a plantear la cuestión.

Meses más tarde el maestro se levanta de la siesta y ve que el discípulo que le había planteado la pregunta no estaba en el samu y manda que le vayan a buscar. Estaba echándose la siesta. El maestro se enfada:"¿Por qué no estabas haciendo samu? No es el momento de echar la siesta." El discípulo rápidamente contesta: "No estaba echándome la siesta. Estaba acostado para ver a los Maestros de los Tiempos Pasados." El maestro le dice: "¿Les has visto?", "Sí", dice el discípulo. "¿Y qué te han dicho?" "Que nunca le han visto a usted."

Ango 1-5 de junio, 2005. Quinto día

once y media (después de las ordenaciones)
A partir de la ordenación, a partir de zazen, debéis desarrollar prajna, la Gran Sabiduría, la Gran Belleza.

Si seguimos el curso de nuestros pensamientos, si seguims nuestra propia inercia, se interrumpe prajna. Es como un río cuyo curso se pretendiera cambiar con fines personales. Desde el momento en que hay pensamiento de sabiduría, hay prajna, y el maravilloso río de prajnafluye libremente. Hacedlo realidad, por favor, en vuestra vida, aquí y ahora, a través de la práctica,  través del kesa que habéis recibido.

El kesa reúne todo, eleva todo. Hace rico al más desgraciado, devuelve a los pobres su dignidad. En el kesa no se olvida nada, cada cual tiene su lugar. Nadie queda excluido y la forma del kesa es universal. Si comprendéis el sentido de este kesa, podréis seguir practicando juntos, en armonía, más allá de vuestras diferencias. Más allá de las diferencias hay algo que nos une a todos. Podéis comprenderlo y estudiarlo a través del kesa.

Evidentemente, si miramos nuestras diferencias, son innumerables pero si miramos el kesa, todo se evapora.

En el siglo pasado hubo una mujer de origen suizo que no tenía nada que ver con el zen. Era una gran viajera, atravesó los países de Oriente. Se llamaba Elsa Maillard. Al final de su vida, en sus memorias, escribió: "Al viajar, cuado era más joven, lo que más me impresionaba era la diferencia entre los pueblos y hoy, lo que los une."
Campo de invierno, 27 de diciembre-1 de enero, 2004-2005
(La Gendronnière)
Preparación, primer día, siete y media de la mañana
Aquí, en el dojo, es importante no contar, no calcular, sino lanzarse a zazen como un niño a los brazos de su madre, con la misma energía, con la misma espontaneidad, con el mismo impulso. Tanto los asistentes como los que vienen para una sola sesión han de tener el  mismo impulso.

Ayer hubo varias personas que se negaron a hacerse cargo del servicio o a ocuparse de las flores. Al final fue el tantô quien tuvo que hacer, por la noche, un ramo con ramas secas. Marsha ha aceptado hacerse cargo del servicio con ese impulso.

Ayer por la mañana en la antípodas de nuestro continente ocurrió un gran drama: un terremoto seguido de un maremoto. Decenas, quizás centenares de millares de muertos según las informaciones de esta mañana. Mucha gente está sufriendo. Cuando un drama así ocurre, aparece, se instala toda una cadena de sufrimientos. Los que mueren, los que lloran a sus muertos, los padres que ven lo que nunca deberían ver, es decir: ver morir a sus hijos antes que ellos. ¿Por qué unas personas y no otras? ¿por qué él, por qué no yo?

Evidentemente está el karma, pero contestar sólo en términos de buen o mal karma se queda corto.

De cualquiera de las maneras, estudiar la propia vida, el propio karma, es importante. No perder el tiempo. durante esta sesión permaneced presentes. Sólo aquí. Generosamente.

Conocer un lugar como éste es una gran felicidad. No malgastéis este tesoro. Sed generosos. Encima de vuestro zafu y por todas partes. No contéis. No os volváis para mirar el tiempo pasado.

La ceremonia de esta mañana se la dedicaremos, por supuesto, a toda esa gente. El papel del religioso es ayudar a todos a quienes golpean la muerte o la enfermedad.

Durante una ceremonia ofreced el propio cuerpo y el espíritu.
Los maestros hablan sobre el kesa
(extraído de http://www.eabweb.arrakis.es/Textos/Japon/Japon.html)

"La Llovizna y El Rocío, La Neblina y Las Nubes cubren nuestros cuerpos". Esta prenda de vestir es el kesa. En escritos anteriores vimos que la naturaleza de El Buda es la madreperla de las defensas. Ahora nos enteramos de que la naturaleza de Buda también es el kesa.

Un día un una persona cualquiera me preguntó por el significado de el kesa. Cuando le respondí, "el kesa es algo que no está claro", ésta me miró como si yo estuviera diciendo disparates. Pero realmente el kesa es algo indefinido, tanto en su apagado color (el color indefinido de las ruinas o los harapos) como en sus medidas, que no obedecen ninguna regla exacta realmente. Su color y sus medidas no tienen apariencia exterior. Por esta razón ha sido llamado La Prenda de Vestir del Arrozal de La Felicidad Ilimitada.

Se dice que el kesa de Shakyamuni midió diez pies y una pulgada, y que el de Maitreya mil pies. Es ni grande ni pequeño, pero sin apariencia. Realmente es muy extraño.

El kesa es el símbolo de la substancia de La Ley de El Buda, la prenda de vestir de "La Llovizna y El Rocío, La Neblina y Las Nubes". El Cielo y La Tierra, El Universo Entero, son Un Único Kesa. Ningún mundo existe aparte del kesa. No caemos al infierno o nos elevamos al cielo, no vamos a ningún lugar, venimos de la nada. Sólo hay Un Kesa. Los pueblos de Kioto y Nara fueron colocados en los estampados de un kesa. "La Llovizna y El Rocío, La Neblina y Las Nubes cubren nuestros cuerpos". Usar el kesa es algo que nos debemos a nosotros mismos.


El monje de las manos sudorosas

Kasan , monje y maestro Zen, debía oficiar durante el funeral de un noble famoso. Mientras esperaba a que llegara el gobernador de la provincia y otras personalidades notables, notó que le sudaban las palmas de las manos.
Al día siguiente reunió a sus discipulos y les confió que todavia no estaba listo para ser un verdadero maestro. Explicó que todavia no se consideraba igual a los demás seres humanos, fueran ellos mendigos o reyes. Todavía no podia pasar por alto los papeles sociales y las identidades conceptuales y ver la igualdad de todos los seres humanos. Entonces se fue para convertirse en pupilo de otro maestro.Ocho años depues regresó donde sus antiguos alumnos ya iluminado.

Preparando Rôhatsu

Rôhatsu sesshin, 4-8 diciembre 2004, La Morejona (I)
Primer día, siete de la mañana (Silencio)


once de la mañana
Cuando llevéis el kesa, no dejéis que arrastre por detrás. Colocadlo sobre el borde del zafu. Y cuando os levantéis a hacer kin hin, no dejéis el zagu tirado por el suelo. El zagu forma parte del kesa. Durante kin hin colocadlo en la muñeca izquierda.


Esta mañana han llegado varias personas. Es pecisamente lo que yo quería evitar. La sesshin empezaba ayer por la tarde. Esta mañana he pronunciado un teisho para explicar el sentido especial de esta sesshin. Después, poco a poco, llega gente y hay que volver a explicarlo todo. La unidad de un grupo es especial. Cuando empezamos una sesshin juntos, la continuamos juntos y la terminamos juntos. No encuentro palabras para explicarlo. Esta unidad, para mantenerla, exige a la vez fuerza y suavidad. Si a cada instante llega gente nueva, es difícil de mantener. Cuando se le pide a la gente que llegue a tiempo y que no se vaya antes de que termine, no es una formalidad. Es sólo para proteger la atmósfera de la sesshin.


Si tiene que llegar más gente, los de recepción han de explicarles las reglas de la sesshin: el silencio, armonizarse. No vale la pena saludar. "¡Hola, ¿Cómo estás?"


La historia que sin ninguna duda Sensei contó más veces es la de Bodhidharma y Eka. Eka quiere ser discípulo de Bodhidharma. Bodhidharma se niega. Entonces Eka se corta el brazo y al final Bodhidharma acepta.


Por favor, quedaos con vuestros brazos pero comprended el sentido de cuando Eka se corta el brazo. Renunciar a hablar durante algunos días es cortarse el brazo. Abandonar las propias razones, incluso si son buenas razones, por el Dharma, es cortarse el brazo. Abandonar es cortarse el brazo. Que duelan las piernas y no moverse es cortarse el brazo.


ocho y media de la tarde
Recuerdo lo esencial de esta sesshin. Rôhatsu sesshin: he buscado el sentido de la palabra rôhatsu, quiere decir sólo '8 de diciembre'. Pensaba que era una palabra con sentido profundo. Es sólo el dia del despertar del Buda.


En estos momentos, en muchos lugares en el mundo, también en Japón, durante una semana sólo se hace zazen


Durante la noche pasada ha llovido mucho. Toda la noche y buena parte del día. Una cortina de lluvia ha caído sobre el templo y hemos cerrado las puertas. Ya no podemos marcharnos, ya no se puede entrar. Tras esa cortina de lluvia todos podemos vivir la experiencia de esa noche en la que el Buda permaneció sentado, silencioso. Por eso he pedido que durante estos días se evite hablar.


Esta mañana he dicho que tradicionalmente durante esta sesshin uno no se lava, se hace poco samu, no hay casi kusen ni kyosaku, pocas palabras, sólo zazen, nada especial; una atmósfera de oscuridad, que no tiene nada de negativo. Es sólo no ver nada, no poner nada delante. Es inútil enseñar el propio rostro o la propia práctica. En la oscuridad no se distinguen las diferencias. No hay asperezas. Lo refinado y lo vulgar se confunden, también lo superior y lo inferior.


Es la atmósfera de rôhatsu, una atmósfera de oscuridad y cada cual se sumerge en el fondo de sí mismo, de su corazón, en medio de una larga noche al final de la cual el Buda despertó.


He encontrado una frase de Nyojo que corresponde totalmente a esta atmósfera: "Zazen es dejar de lado el cuerpo y la mente. No es necesario quemar incienso ni prosternarse, ni recitar el nombre de los Budas ni cantar sutras. Si os concentráis sólo en zazen, se alcanza el anhelo esencial."

Preparando Rôhatsu

Rôhatsu sesshin, 4-8 diciembre 2004, La Morejona (II)
Segundo día, diez y media de la mañana

Un tiempo para la oscuridad. Un mundo en el que ninguna comparación es posible, en el que nadie mira a nadie. La oscuridad mira a la oscuridad. Allí donde no hay nada que exhibir.

Shunryu Suzuki decía: "Mucha gente dice que el budismo es ateo porque no hay una idea particular de Dios. No ignoramos que hay un absoluto pero no hablamos mucho de ello pues sabemos que está más allá de los límites de nuestra mente" Eso es lo que se entiende por oscuridad

Justo antes de venir aquí me han dado una nueva traducción del Zazenshin. El Zazenshin se presta totalmente a esta sesshin: sólo zazen.

Yakusan estaba sentado en zazen y un monje le pregunta: "Qué piensas al estar así inmóvil?" Yakusan responde: "Pienso el no-pensamiento" Entonces le pregunta el monje: "¿Cómo se piensa el no-pensamiento?" Y Yakusan contesta: "Hishiryo, lo que no es del orden del pensamiento."

No ignoramos la oscuridad pero no hablamos de ella. No es del orden del pensamiento. La Rôhatsu sesshin, el despertar del Buda, es ir al corazón de esto, ir al corazón de lo que no es del orden del pensamiento.

Sensei tradujo: "Pienso desde lo más profundo del no-pensamiento: pienso más allá del pensamiento."

En esta nueva traducción el gran maestro Yakusan contesta: "Pienso porque no es del orden del pensamiento." Las diferentes traducciones son siempre interesantes. De cualquiera de las maneras, esta mujer que está traduciendo el Shôbôgenzo y que está consagrando a ello su vida, quedó muy sorprendida al ver las traducciones y los comentarios del maestro Deshimaru. Dijo que, desde el punto de vista de a traducción pura y dura, no era una buena traducción, pero que era sorprendente que una persona que no hablaba francés expresara con tanta exactitud, en su traducción y en sus comentarios, el pensamiento de Dôgen, la esencia del Zazenshin.

Evidentemente Sensei pensó el Zazenshin porque no es del orden del pensamiento, a partir de la larga noche del Buda. Por eso insisto durante estos días en el hecho de permanecer silenciosos. Desde hace años hablamos para no decir nada y sin duda seguiremos haciéndolo. Permanecer en silencio, no hablar; no sólo la boca, sino la mente, la conciencia, el cuerpo, las manos. El manantial ha de estar silencioso. La boca es sólo una de sus expresiones. La boca no es más que uno de los ríos de ese manantial.

cuatro y media de la tarde

Preparando Rôhatsu

Rôhatsu sesshin, 4-8 diciembre 2004, La Morejona (III)

Tercer día, diez y media de la mañana

Zazen sólo existe en la práctica de zazen. Zazen no es la práctica de shiryo. El zazen de Yakusan es la práctica de zazen en sí.

Dogen dice que el verdadero sentido de la enseñanza certificada es que no debemos alimentar el objetivo de llegr a ser Buda puesto que la postura de la práctica en sí misma es Buda.

Es una de las frases que Sensei repetía todo el tiempo: "Zazen en sí mismo es Buda." Estas sencillas palabras han cambiado completamente el conocimiento que se tenía en Europa del zen.

En el Zazenshin Dogen critica la idea que se hacían del zen algunas personas de su época. Es interesante ver que esas críticas son de total actualidad. Los mismos puntos en el siglo XIII que en el siglo XXI.

Añade: "Esto es lo que dicen los equivocados laxistas de nuestros días: la práctica de la meditación sentada tiene como única meta obtener la paz interior, es decir el estado de quietud. Esta opinión no es propia ni siquiera de los sabios del Pequeño Vehículo. Es incluso inferior a los vehículos de los seres humanos y de los dioses. ¿Cómo podría considerarse a esas gentes como valientes que estudian la Vía del Despierto? En la China actual, bajo la dinastía de los Song, son muchos lo que practican así."

Aún en nuestros días se pueden encontrar las mismas burradas. Para mucha gente zazen significa ser "guay", sentirse bien. Esto no tiene nada que ver con la Vía de los Budas y de los Patriarcas.

Dogen critica también otro aspecto. Dice: "Existe también otro clan de valientes que dice que practicar la Vía a través de la meditación sentada es la dinámica esencial para los principiantes y para los jóvenes que practican, Pero no es forzosamente la práctica cotidiana de los despiertos ni de los patriarcas. Andar también es zen, sentarse también es zen, hablemos o estemos callados, descansando o en movimiento, la sustancia se apacigua. Así que no os preocupéis sólo por la postura sentada."

En nuestros días las cosas no han cambiado demasido. Algunos dicen que no vale la pena practicar tanto zazen: andar es zen, recitar sutras es zen.

Por supuesto, todo es zen pero a partir de zazen, a partir de esa larga noche oscura en la que el Buda despertó y sólo a partir de esa oscuridad.

De todas formas, ¿quién es buda? ¿quién es antiguo? En el dojo hay oscuridad y no se puede saber quién es antiguo o quién es nuevo. Todos estamos de espaldas, todos empujamos con firmeza el cielo con la coronilla y el suelo con las rodillas, con el punto medio entre el sexo y el ano apoyado en el zafu, el canto de las manos apoyado en el bajo vientre, los pulgares uno contra otro sin formar ni montaña ni valle.

¿Quién es antiguo, quién es nuevo? Los que emiten este tipo de categorías ni siquiera han soñado con la larga noche en la que el Buda despertó.

Estos últimos años nuestra sangha ha cambiado mucho: las maneras en la ceremonia o el canto de los sutras. Está muy bien, pero es importante no olvidar los cimientos de todo esto, la práctica de la postura sentada. Fuera de esto nada existe, nada muere.

Si lo comprendemos profundamente, no hay altrnativas para cada día de nuestra vida: levantarse por la mañana, sentarse en zazen, llueva o haga bueno, nos hayamos acostado con las gallinas o con los que al alba limpian las calles. Para un monje o una monja, plantearse si se levanta o no, es situarse fuera del Buda en tanto que postura de zazen. Es pensar que hay algo en nosotros que decide, es pensar que yo hago zazen. No es el zazen de los Budas y de los Patriarcas. Uno mismo no crea hishiryo. Dejad zazen a zazen.

Así la postura puede ser al mismo tiempo fuerte y flexible. Si pensamos que uno mismo hace zazen, entonces siempre luchamos, luchamos con la volunad, luchamos contra las tensiones. Dejad zazen a zazen, comprended que zazen es inútil.

Esta mañana una antigua discípula me preguntaba: "¿Cómo hacer para que con el tiempo la postura no se fosilice?" Sensi decía: "Todo tiene por origen el Espíritu." En la Vía el tiempo no da una posición. Al principio de esta sesshin pedí: "Por favor, no habléis." A algunos les cuesta, sobre todo a los antiguos. Los nuevos siguen naturalmente.

En el momento en que uno se apoya en su posición, la postura se fosiliza.

Ya en su época, Sensei hablaba de los discípulos fósiles. Los criticaba. Sin embargo en el dojo todos estamos de espaldas.

Mantener a lo largo de muchos años esa capacidad de frescura es manifestar una delicadeza de espíritu que es difícil de encontrar.

cuatro y media de la tarde
Casi estamos al final del tercer día de la sesshin. Más de la mitad. Para algunos, sin duda, la cosa se pone un poco difícil. Tened paciencia. Cuando se pone difícil, de todas formas, no tenemos elección, no podemos movernos. Volved a los puntos importantes de la postura, a la postura de las manos.

Si estáis muy tensos, colocad la mente en la mano izquierda. Si, por el contrario, tenéis tendencia a dormiros, concentraos en el punto que está entre los ojos. no sistematicéis esto de los puntos de concentración, pero puede ayudar.

Lo que vuestro cuerpo comprende sólo vosotros lo podéis comprender, en secreto, íntimamente.

Mantened los ojos entreabiertos, sin cerrarlos del todo, sin abrirlos del todo. Ni una cosa ni otra, es importante: sin agarrar ni huir.

Un sutra dice: "Vivid la vida en la que no hay nacimiento". Pensamos que la vida nos pertenece, que este cuerpo es propiedad nuestra. Pensamos que nosotros hacemos zazen, que nuestra propia voluntad crea la postura.

En el cristianismo, en el islam se dice, a propósito del nacimiento y de la muerte, que Dios da y que Dios toma. "Vivid la vida en la que no hay nacimiento." Es no continuar veinte, treinta años la práctica 'difícil', es no empezar. Los que no empiezan nunca lo dejan. Incluso si uno hace zazen diez, veinte, treinta años, algunos pensamientos vuelven como una vaca que rumia. Es lo que se llama vivir el propio karma, seguir lo que tiene una causa. Concentrarse en esta postura, abrir los ojos, es hacer el esfuerzo de seguir lo que no está limitado, lo que no tiene causa. No cerrar los ojos, no abrirlos como platos. Así, todo lo que remonta de nuestra mente simplemente se presenta a zazen y pasa, inconscientemente, iluminado por zazeen.

Todos los fenómenos aparecen así. Todos los fenómenos del universo aparecen y quedan iluminados por zazen. Por eso zazen salva a todo el universo.

Esta sesshin, la Rôhatsu sesshin es el homenaje al despertar del Buda. Esta sesshin es algo larga y es dolorosa, como las primeras.

Generalmente en una sesshin se imparte mucha enseñanza, kusen, teisho, mondo. En ésta: sólo volver a zazen y lanzarnos como un niño en brazos de su madre.

Preparando Rôhatsu

Rôhatsu sesshin, 4-8 diciembre 2004, La Morejona (IV)

Cuarto día, diez de la mañana (Silencio.)

once de la mañana
Luego viene el segundo mondo del Zazenshin, tan famoso como el primero entre Nangaku y Basô

Basô está haciendo zazen, Nangaku le pregunta: "Estás haciendo zazen. Pero ¿qué objetivo tienes al hacerlo? ¿Por qué haces zazen? ¿Con qué intención haces zazen?"

Dogen explica que el kanji que corresponde a la palabra 'intención' quiere decir al mismo tiempo esbozo, dibujo, en tanto que pintura e intención, en tanto que proyecto. Es decir: la imagen de Buda y el hecho de convertirse en buda. Por eso dice: "Elegid el dragón de verdad en vez de el dragón esculpido." El verdadero Buda, la verdadera postura.

Basô contesta: "Es con la intención de llegar a ser Buda."
Entonces Nangaku coge una teja y se pone a pulirla con una piedra.
Basô, intrigado, le pregunta: "¿Qué haces?"
"Estoy puliendo una teja para hacer con ella un espejo."
Basô le vuelve a preguntar: "¿Cómo se podría hacer un espejo puliendo una teja?"
Nangaku: "¿Cómo se puede llegar a ser Buda practicando zazen?"

Este mondo es muy conocido. Desde entonces lo han comentado todos los maestros.
También Sensei, claro.

Practicar zazen es diferente a sentarse en la vida cotidiana. Cualquiera que haga la prueba por primera vez puede comprender subjetivamente qué es zazen, qué es Buda.

Daishi escribió este poema:
Antaño interpretaba que la nieve cubre la montaña.
Hoy me doy cuenta de que la montaña se cubre de nieve.

La comprensión subjetiva y la comprensión objetiva coinciden exactamente. Es, al mismo tiempo, comprender que puliendo una teja con una piedra no puedes hacer un espejo, que practicando zazen no haces un Buda y que, sin embargo, la práctica es pulir la teja. Buda que pule a Buda.

Dogen explica que la teja no puede convertirse en espejo, que, incluso si el espejo se hubiera hecho con ese método de pulido, no hay ninguna relación entre ambos. Los que se equivocan a este respecto son incapaces de comprender la sustancia del agua, incuso mirándola, o la sustancia de la montaña, incluso contemplándola.

Dogen dice: "Tenedlo claro. Como no conocéis al Buda ni lo comprendéis aún viéndolo, no conocéis el agua ni la montaña aún viéndolas."

Este mondo, este Zazenshin toca el corazón mismo de nuestra práctica, el corazón mismo de esa noche en la que el Buda despertó.

Sensei, el maestro Deshimaru, dice: "Incluso si se trata de una teja o de un espejo, debemos estudiar las diferentes razones implicads en el acto de pulir. Descubriremos muchas verdades y sutilezas de este koan. Pretendiendo expresar la esencia del satori, el viejo espejo o el espejo puro no pueden llegar a ser un verdadero espejo sólo por el hecho de ser pulidos."

Tened paciencia. Mañana es el último día. La ceremonia es homenaje al Buda, las ordenaciones y luego os iréis a vuestra casa. La experiencia de tener paciencia es muy importante. Es ser uno con Buda que tuvo paciencia durante toda la noche, uno con Bodhidharma, nueve años en su cueva. Es el mismo tiempo, el mismo Buda, la misma postura, la misma teja, el mismo espejo. El antiguo espejo en el que se han reflejado todos los budas.

Hemos construido aquí un bello dojo. Ha hecho falta mucho samu. Hemos encontrado un tambor muy bello. Pero todo eso no es importante. Sólo el espejo que refleja el espejo. Sólo el espejo que sigue reflejando.

cinco de la tarde
Dogen dice: "Elegid el verdadero dragón más que el dragón esculpido. Sin embargo, tenedlo claro, ambos, el verdadero dragón y el dragón esculpido, tienen el poder de hacer que llueva. No veneréis lo lejano. Tampoco lo menospreciéis. Familiarizaos con lo lejano. No menospreciéis lo cercano. Tampoco lo veneréis. Familiarizaos con lo cercano. No os toméis a la ligera los ojos, tampoco les deis demasiada importancia. No deis demasiada importancia a las orejas, tampoco os las toméis a la ligera. Haced que vuestras orejas y vuestros ojos estén claros y límpidos."

Kodo Sawaki dice: "Los ojos deben permanecer abiertos pero son ojos que no hacen nada." Permanecer abierto pero no hacer nada, eso es exactamente zazen. Disponible pero sin actividad.

Las orejas están sólo en el mismo plano que los hombros. No debemos pensar que el mundo de nuestra mente de zazen es lejano y que nuestro cuerpo de zazen es cercano. Cuando los ojos están entreabiertos, no existe ni demasiado cercano ni demasiado lejano. No concentrarse en lo lejano pero tampoco mantenerse ajeno a ello. No os concentréis sólo en las orejas que oyen lo lejano. No os concentréis sólo en lo cercano.

También está el mundo en el que los ojos oyen y las orejas ven, en el que los ojos oyen sin depender ni ignorar lo cercano ni lo lejano, en el que las orejas ven sin depender ni ignorar lo que es cercano y lo que es lejano.

De esta manera podréis llegar a ser íntimos con ese Alguien que nos sostiene.

Que te ilumine la clara luz de los Budas y los Patriarcas quiere decir estudiar a fondo y practicar ingeniosamente esta postura sentada.

Las personas no iluminadas imaginan que la clara luz de Buda debe ser como la luz del sol, como el brillo de las joyas o los destellos del fuego. Sin embargo, el sol, la luna y el fuego son sólo aspectos que se muestran según el ciclo de los renacimientos. No pueden compararse de ninguna manera con la clara luz de Buda.

La clara luz de Buda consiste en escuchar y mantener una única palabra en el corazón; escuchar y mantener una única enseñanza; transmitir zazen, la meditación sentada en toda su pureza.

ocho y media de la tarde
Llegamos a la última noche de esta sesshin. Algunos han tenido muchos problemas con su cuerpo. A menudo el maestro Deshimaru decía en el kusen: "Yo os ayudo a practicar, a no correr tras vuestros pensamientos, a no correr tras vuestras ilusiones."

Todas esas tensiones son nosotros mismos. No aparecen siempre. Zazen no las crea. Zazen sólo las pone de manifiesto. el egoísmo, la cólera, los celos, todo está inscrito con fuerza en los órganos internos, en las células. Y en una sesshin, ¡psss!, surgen. Están ahí y no las vemos. Ver, es importante; no correr tras ellas. Ver, oir el propio cuerpo, el propio espíritu.

No dar demasiada importancia a las tensiones, a nuestro espíritu, pero tampoco tomárnoslo a la ligera. De todas las maneras, concentraos en la espiración. Cuando el sufrimiento desciende al bajo vientre, libera.

A nadie le gusta sufrir, todo el mundo quiere ser feliz, no tener dolor. A veces se sufre. Lo importante es la forma, la manera de aceptar nuestro sufrimiento de ser humano, sin dejarnos sumergir por él. No buscarlo, tampoco escapar de él. Familiarizarnos, comprender el propio cuerpo y el propio espíritu.

Suzuki decía: "Estáis sentados muy derechos, no os inclináis ni del lado del nirvana ni del lado del sufrimiento. Estáis totalmente ahí. Todo el mundo puede sentarse y practicar así."

Nuestro sufrimiento también es el espejo de Nangaku. Comprendedlo, observadlo pero no caigáis dentro de él. Permaneced sentados muy derechos.

Comprenderser íntimamente, no en tanto que feliz o desgraciado, dolor o no dolor, cansado o no cansado, sino en tanto que zazen.

Dogen decía: "Es el único apoyo que me ha transmitido mi maestro."

Ahí van los Un Sui

Sesshin Sevilla, 1996, 5-6 Abril (I)

Primer día, siete y media de la mañana
Sensei a menudo decía: "Praticar zazen es como un vaso de agua fangosa que colocas en el suelo. Al dejar el vaso inmóvil, el fango se deposita en el fondo y el agua aparece clara y pura" Es una imagen muy sencilla. Todo el mundo puede comprenderla, incluso sin ser muy inteligente se puede comprender.

Si os movéis durante zazen, si os movéis, vuestro cuerpo, vuestra conciencia, se vuelven turbios. Muchos de los que estáis aquí estabais también en la sesshin del mes pasado en Granada. Os acordáis del río, de la Puerta del Dragón. Cada sesshin, cualquiera que sean las circunstancias, es atravesar esa Puerta.

En el zen, la práctica, la enseñanza, no consiste en añadir barro al vaso para analizar sus propiedades. Dejad que el barro se deposite naturalmente. Podemos ver que el barro no es la verdadera naturaleza del agua y que la naturaleza del agua es clara y pura.

Por eso, durante el tiempo de una sesshin lo más importante es revelar la postura de zazen, hacer que esta postura viva, que exista. Por eso, por la mañana cuando el godo entra en el dojo, quema incienso, hace sanpai como signo de respeto. Y el papel del godo, del shusso, del kyosakuman, de los pilares, de todo el mundo, es revelar esto. Revelar esta postura de zazen, hacer que viva, hacer que se abra como una flor. Es el milagro de zazen, el único poder mágico. A todo el mundo le gustan los poderes mágicos.

Tened paciencia. Zazen también es la escuela de la paciencia. Es muy bueno para el sistema nervioso, para hacer que esté fuerte.

Once de la mañana

Sesshin Sevilla, 5-6 abril, 1996 (II)

Segundo día, siete y media de la mañana
Tened paciencia. Hacer zazen cuando amanece el día, todas las células amanecen al mismo tiempo que el día.

En nuestra sociedad la gente no sabe qué inventar para curar el cuerpo, para curar la mente. Cosas elementales como armonizar el cuerpo y la mente con el sol cuando sale, se han olvidado totalmente. Armonizar todo esto como se afina un instrumento.

Tened paciencia un minuto más. ¡No os mováis!

Once de la mañana
Zabo. Za, sentarse; bo, olvidarse. Proteger esto, protegerlo con suavidad, también con empeño. Cuando he llegado al dojo había una mujer joven sentada en una silla, leyendo tranquilamente un libro. Aquí, durante una sesshin, es importante seguir el ritmo de la sesshin. Estamos en un mundo en el que todos quieren distinguirse de los demás. Pero en la Vía ni siquiera se admiten nuestras mejores razones.

Esa es la regla. El shusso es el responsable y ha develar por ello. Es el respeto hacia los demás, hacia la naturaleza de buda. Evidentemente, todos poseemos esa naturaleza y hay que respetarla en los demás antes que en uno mismo.

Comprenderse uno mismo, volver la mirada hacia el interior, es repetir mil veces, diez mil veces, un millón de veces, infinitas, pero pocos lo comprenden.

¿Qué queréis hacer con este cuerpo, con este espíritu? ¿Queréis ponerlo al servicio de qué? ¿Al servicio de las ilusiones? ¿Al servicio de la Vía?

En este momento estamos en Semana Santa, durante toda la semana hay procesiones en Sevilla. Toda la ciudad está de procesión. Generalmente no hay mucha gente en las iglesias. Algunos no han venido a la sesshin para acudir a las procesiones, Alfonso, por ejemplo. Descuidando el presente, aquí y ahora, lo vaciamos de su sustancia. Siempre queremos mirar a otra parte y volver a mirar a otra parte, hasta la muerte.

La búsqueda sigue sin fin y nunca encontramos la paz. La tendencia ordinaria es mirar a los demás, estudiar a los demás, criticar a los demás. En el dojo, hemos de poner en práctica lo contrario, lo contrario del espíritu ordinario.

El espíritu ordinario queda transformado. No perturbar a los demás ni a uno mismo. Si no se perturba a nadie, no hay palabras ni movimientos. Todos los pensamientos ordinarios pueden desvanecerse. El más profundo espíritu religioso es no molestar.

Muchos maestros incluso han quemado sus sutras. Tokusan echó todo al fuego, todos sus libros. La mente ordinaria es quemar los libros de los demás. si no abandonamos nuestro pensamiento humano ordinario, la Vía del Buda no existirá nunca.

Kodo Sawaki decía: "Si pretendes obtener méritos, entonces incluso tu zazen es inútil."

"Estudiar la Vía es estudiarse uno mismo. Estudiarse uno mismo es olvidarse de uno mismo." Es comprender la vida en su plenitud, aquí y ahora.

Cuatro y media de la tarde
Enderezad bien la espalda. No tenéis que echaros la siesta. Concentraos en la postura. Hasta el final de la sesshin, incluso si duele un poco. El final es muy importante. En nuestra sociedad  todo el mundo dimite antes del final. Sensei siempre hablaba de zanshin, el espíritu que permanece.

Hace tiempo, un maestro que quería darse un baño, pidió a su primer discípulo que le trajera agua. El discípulo mandó que le cogieran agua, trajo barreños para llenar la bañera. en el momento de meterse al baño, el maestro vio una gotita que quedaba en el barreño. Criticó violentamente a su discípulo.

Es una historia muy conocida. Podemos pensar que es ridícula, pero el zen sólo se aprende con cosas así de ridículas, así de insignificantes.

Porque durante zazen ocurre lo mismo: tenéis que autentificar totalmente vuestro cuerpo y vuestro espíritu, y no dormir. No os aplastéis. No dejéis nada, ni siquiera un pensamiento que ande por ahí, ni siquiera un pensamiento que sueñe. Cuando ya no queda nada, podéis de verdad olvidaros de vosotros mismos. Naturalmente, inconscientemente, automáticamente.

Tiempo después, aquel maestro dio la ordenación de monje a su discípulo. Le puso de nombre Tekisui, que quiere decir "gota de agua". Muy bonito. Siempre decía que no había que tirar nada ni matar nada, ni siquiera una gota de agua. Iluminó todo el universo con su práctica, con su enseñanza. Es muy profundo.

"Estudiar la Vía del Buda es estudiarse uno mismo. Estudiarse uno mismo es olvidarse de uno mismo. Olvidarse de uno mismo es que todas las existencias del cosmos te certifiquen."

Cuando los padres dicen a sus hijos: "Hay que trabajar, aprender lecciones", en el fondo no tienen muchas ganas. Siempre queda una gota de agua. Cuando después el niño v a jugar, está completamente concentrado, naturalmente, automáticamente, ya no queda nada. En ese momento es la verdadera felicidad. Pues bien, zazen es igual. Uno mismo totalmente, olvidarse totalmente, inconscientemente, naturalmente, totalmente autentificado.

Tened paciencia un poco más. Tened paciencia un poquito más, una gota más de agua.

Mondo

Ahí van los Un Sui

Sesshin Granada 1996, 10-11 Marzo (I)

Primer día, siete de la mañana

Para pedir y recibir el kyosaku, la forma es importante. Cuando notéis que el kyosakuman pasa por detrás de vosotros, debéis poner las manos en gassho. El que lo da y el que lo recibe hacen juntos gassho. Luego despejáis el hombro derecho, girando la cabeza hacia el lado opuesto; lo mismo con el hombro izquierdo y, de nuevo, el que ha recibido el kyosaku y el que lo ha dado hacen gassho juntos.

En el dojo conviene no llevar joyas. Zazen es como entrar en el propio ataúd, no se necesitan joyas en el féretro. Una vez que hayáis recibido el kyosaku, volveos a poner en zazen. De hecho nunca habéis dejado de estar en zazen.

Ayer, antes de atravesar el vado del río (la lluvia caída había cubierto el camino que conduce a la casa. En realidad no había peligro pero la apariencia era diferente y, al llegar, algunos aceleraban con su coche y otros se quedaban clavados), Manuel colocó un cartel: “No tengáis miedo de pasar con el coche. ¡Adelante!” Le pedí que añadiera: “Es sólo la Puerta del Dragón”, pero la lluvia lo borró.

Hay una antigua leyenda que cuenta que en alguna parte, en medio del océano, no se sabe dónde, existe un lugar que se llama la Puerta del Dragón. Cuando los peces pasan por esa puerta, se convierten en budas. ¿Dónde se encuentra ese lugar? ¿Dónde se encuentra esa puerta?.

Evidentemente, la lluvia ha borrado las indicaciones, porque es el lugar de nuestra vida misma. Antes de atravesar esa puerta, las reacciones de cada uno son muy interesantes. Algunos tienen miedo, otros reflexionan, otros se acercan con precaución. Las características de cada uno se expresan en ese momento. Igual que ayer, antes de pasar el vado con el coche.

Por encima de las reacciones de cada uno, por encima de nuestras opiniones, por encima de nuestros miedos, de nuestras ansiedades, durante una sesshin, podéis de verdad llegar a lo más profundo de vuestro espíritu.

Pasar la Puerta del Dragón es sencillamente eso: llegar a lo más profundo del espíritu con nuestro cuerpo de ser humano. Por eso, por favor, no os dejéis llevar sólo por vuestra propia inercia.

Querer encontrar un lugar permanente, una postura permanente, es dejar que la vida se escape. En la vida social, siempre deseamos mostrar nuestro mejor aspecto, pero eso son mentiras. Cuando ya no hay mentira, la vida puede aparecer transparente, límpida.

Diez y media de la mañana