Una hermosa bendición celta
Que el día que el peso se abata sobre tus hombros y tropieces,
baile el barro para equilibrarte.
Y cuando tus ojos se hielen detrás de la ventana gris
y de ti se apodere el espectro de lo perdido,
que una legión de colores: índigo, rojo, verde y azul heráldico
despierte en ti un jardín delicioso.
Cuando se gaste la lona de la barca del pensamiento
y una mancha de océano se forme debajo de ti,
surque las aguas un largo sendero de luna
por donde volver sano y salvo.
Sea tuyo el alimento de la tierra,
sea tuya la claridad de la luz,
sea tuyo el fluir del océano,
sea tuya la protección de los antepasados.
Y así, que un lento viento te envuelva
con estas palabras de amor,
en un manto invisible para velar por tu vida.
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